La majestuosa Cordillera de los Andes guarda en su interior energías ancestrales y mensajes de sabiduría que les serán entregados a quienes acudan a su llamado.
No será un accidente o casualidad para quienes sientan la inquietud de unirse a este viaje, pues por cada rayo de luz que reciban, estarán absorbiendo una nueva energía que les provocará compartir con el mundo, ya sea en el mensaje que se proyecta a través de su trasformación personal o tomando un rol activo.
Todas las cosas que verán y experimentarán en el recorrido, provienen de la madre tierra y del padre Sol Creador en alma y espíritu, y para ello deberán estar preparados a despejar los bloqueos de consciencia y a estimular su despertar, mientras recorren LA RUTA DE WIRACOCHA.
Se trata de un recorrido ancestral para descubrir y contactar con nuestro Yo interior. Una ruta que invita a dejarse tocar el alma, a entregarse a todas las experiencias que se vivirán día a día y disfrutar de eso que no se ve pero que se siente.
Gracias a fotos satelitales tomadas al Altiplano Andino y estudios realizados por María Scholten y el arquitecto Carlos Milla Villena, se evidencia que los antiguos peruanos utilizaron la medida decimal 3.3410 desde mucho antes que los españoles llegaran a América. Esas medidas permitieron un planeamiento integral en su desarrollo, siguiendo perfectamente algunas líneas y trazando la Chacana o Cruz Andina. Los puntos magnéticos se ubican en lugares importantes de este recorrido, señalando una línea con puntos equidistantes en la que se concentran energías, desde el templo de Tiahuanaco hasta el Santuario de Machu Picchu.
La línea magnética atraviesa el Lago Titicaca y pasa por Chucuito (Puno), donde se halla el Templo del Inca Uyo, también conocido como templo de la Fertilidad. Continua por diversos poblados como Pucara, Sicuani, Raqchi (Templo de Wiracocha), hasta llegar a la Ciudad Imperial del Cusco, donde se encuentra el Qoricancha y Los cuatro altares dedicados a los 4 elementos naturales (Sacsayhuamán, Q’enco, Puca Pucara y Tambomachay). Siguiendo el recorrido, la línea atraviesa el Valle Sagrado de los Incas, donde hay vórtices de energía entre Pisac, Urubamba y Ollantaytambo, llegando luego a la ciudad Sagrada y templo mayor de Machu Picchu, uno de los principales centros magnéticos del planeta, que desde el año 2010 empezó activarse en su máximo potencial. Los vórtices de energía en el trayecto de la Ruta de Wiracocha, están directamente relacionados con la constelación de la Llama en la Cosmovisión del hombre Andino. Aquí se cumple la ley del principio Hermético: “cómo es arriba, es abajo”. De allí que a la Ruta de Wiracocha se le denomine también: “El Camino de las Estrellas”. Por lo tanto, cuando se está realizando esta ruta a nivel terrestre (microcosmos), estamos tomando conciencia de que este viaje también se está realizando a nivel macro, como si pasáramos de estrella en estrella, o también como si estuviéramos haciendo un viaje a través de un vórtice de energía o chacra en el interior del ser humano.
Es así, que el programa de la Ruta de Wiracocha ha sido estudiado por miembros especializados de nuestro equipo durante más de 10 años y se ha preparado en forma especial para quienes buscan su transformación personal y un nuevo estado de conciencia. Para este fin, utilizamos los Solsticios y los equinoccios, tiempo en que las condiciones de las puertas dimensionales están dadas por la posición de los astros y se establecen poderosas corrientes de energía que provienen del universo, favoreciendo nuestra transformación. Esta sabiduría divina es parte del conocimiento secreto que ha sido guardado durante años por los maestros de la Hermandad de los Siete Rayos, quienes habiendo llegado el momento oportuno han visto necesario poner el conocimiento a disposición de quienes vayan en su búsqueda y estén preparados para recibirlo.
Durante la Ruta iremos logrando un acercamiento y entendimiento de la Cosmovisión Espiritual del Hombre Andino, tanto en sus vínculos cotidianos con la naturaleza y el universo, como en sus rituales mágicos y religiosos, lo que nos permitirá tener el privilegio de ser invitados especiales y compartir experiencias ancestrales como «Pagos a la Tierra”, a los Apus y a los cuatro elementos. Caminaremos por los senderos de la luz y la armonía, guiados por la sabiduría imperecedera de los maestros espirituales, pudiendo sentir la fuerza energética de los dioses protectores de la tierra, las montañas, la luna, el sol, los ríos, los lagos, la lluvia y el viento. También realizaremos meditaciones e iniciaciones en cada centro de poder, y podrán aprender sobre la simbología de las culturas ancestrales que se desarrollaron a lo largo del antiguo Perú.
Visitaremos algunos templos que los antiguos peruanos erigieron con inmenso amor en homenaje a dichos elementos; y en cada uno de ellos, según su condición, podremos apreciar cómo cada piedra ha sido colocada con profunda armonía y reverencia en los puntos de convergencia de corrientes electromagnéticas, teniendo como finalidad garantizar su más alta vibración para así elevar la consciencia.
Es importante resaltar que diversos cronistas Españoles señalan que al consultarle a los Incas el por qué y cuándo de la construcción de los templos, ellos señalaron “que estos santuarios siempre estuvieron allí”; es decir, que ellos no los construyeron y más bien los aprovecharon.
Entraremos en contacto con muchas leyendas, historias y propuestas que hablan sobre el origen de las civilizaciones que construyeron la ruta. Algunas hablan de un origen cercano a 12.000 años de antigüedad, remontándonos a la época de Lemuria. Pero lo que no se puede negar al descubrir todos estos mágicos lugares es que existió una gran tecnología mucho más avanzada de lo que cuentan los libros de historia, así como un propósito muy claro que era despertar la fuerza divina, el germen sagrado que está en cada uno de nosotros, para que guiados por la Serpiente, el Puma y el Cóndor, evolucionemos hacia un ser Solar.
Por todas estas razones, quienes se sientan llamados o atraídos a realizar este viaje, no será por casualidad… estarán obedeciendo a un llamado interior. Se estará manifestando el propósito de ponerse en contacto con los centros de poder que se encuentran a lo largo de La Ruta. El despertar y el desarrollo de la conciencia interna de cada uno de los que participen en “El Camino de las Estrellas”, les permitirá atravesar los límites de los sentidos hacia su propio universo espiritual y mirar la vida de una forma distinta.
Si se sienten llamados a realizar este viaje, los estaremos esperando con el corazón y los brazos abiertos.
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