Después de más de cien años, desde que se diera a conocer al mundo, la Ciudad Sagrada de Machu Picchu no deja de sorprendernos. Y es que recientemente, personal de la Dirección Descentralizada de Cultura de Cusco, halló en la zona pinturas rupestres que según las primeras investigaciones tendrían más de 800 años de antigüedad.
La figura de una llama, un hombre, y encima de ellos, una imagen geométrica que aún no ha sido decifrada, ha sido hallada en la zona denominada Pachamama, en el camino de acceso a la zona arqueológica de Machu Picchu.
El descubrimiento de estas pinturas rupestres podría cambiar la historia que hasta hoy conocemos sobre Machu Picchu, ya que las figuras encontradas dan pistas sobre una población anterior a los incas, para quienes este lugar también habría tenido un significado especial.
En el mundo místico se entiende que las antiguas civilizaciones que poblaron la tierra dominaron una ciencia denominada Geografía Sagrada, la cual les permitía identificar los principales centros de poder (lugares con mucha energía), a fin de construir sobre ellos sus templos más importantes. Es decir que este descubrimiento podría dar paso a la aceptación científica de que Machu Picchu no fue obra de la cultura Inca, sino que estos lo habrían heredado de civilizaciones anteriores, quienes desde tiempos inmemoriales reconocían a este lugar como un espacio sagrado.
Estas hipótesis y otras historias que para algunos son sólo leyendas las desarrollamos con mayor profundidad, mientras recorremos los principales centro energéticos del antiguo Perú, en “La Ruta de Wiracocha”.
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